LA SIMETRIA DE
LOS PRIVILEGIOS.
Los hombres y
mujeres merecen tener,
exactamente los
mismos derechos,
esto resulta muy
facil de entender,
pero a eso hay
que contribuir con hechos,
otra cosa es
pretender la igualdad
entre seres
parecidos, aunque distintos,
cada ser humano
posee una personalidad,
la cual obedece a
sus propios instintos.
Al no existir dos
individuos idénticos
las opiniones
pueden variar de trayectoria,
donde unos ven
pensamientos auténticos,
otros solo
perciben una idea contradictoria.
Dependiendo de
ciertas circunstancias
las leyes se
ajustan a casos semejantes,
con sentencias
dispares, sin relevancias,
según se apliquen
atenuantes o agravantes.
A veces se
produce algún disgusto
por confundir
derechos con vanidades,
en la vida no
triunfa lo más justo,
cualquier
sociedad genera diversidades.
Aparte de tratar
a todos por igual
hay que saber
respetar al diferente,
la empatía es un
excelente ritual
para comprender
al resto de la gente.