LA DIFERNCIA
ECONOMICA.
Un negro con
mucho dinero
es un señor de
piel diferente.
Un drogadicto
con mucho dinero
es un pobre
enfermo inocente.
Un musulmán con
mucho dinero
es un religioso
muy influyente.
Un extranjero
con mucho dinero
es un socio de negocios
preferente.
La falta de
plata es testigo
del cambio en
el calificativo,
el extranjero,
pasa a ser enemigo,
el drogadicto,
un yonqui conflictivo,
el musulmán, es
un moro mendigo,
y el negro, un
mono primitivo.
SIMPLES
MIRADAS.
Hay
miradas serenas,
miradas
que delatan,
miradas
obscenas,
miradas
que matan,
miradas
groseras,
miradas
que ordenan,
miradas
sinceras,
miradas
que condenan,
miradas
risueñas,
miradas
con infrarrojos,
miradas
que hace señas,
miradas
con antojos,
miradas
con las que sueñas,
y
todas están en tus ojos.
LA POBREZA DEL MILLONARIO.
Es triste ser inmensamente rico,
cuando solo se tiene dinero,
con la ignorancia de un borrico
que desconoce su valor verdadero.
Quien cree que todo lo puede
comprar
comete un grave error monetario,
que la vida le va a demostrar
cuando celebre su ritual
funerario.
Es cierto que la plata ayuda
ante demasiadas adversidades,
pero siempre hay una causa tozuda.
La riqueza da muchas facilidades,
sin olvidar que siembra la duda
de nuestras auténticas
habilidades.
