LO QUE REALMENTE IMPORTA.
Tu salud, y la de los seres
queridos,
la ausencia total de sufrimientos,
disfrutar de triunfos merecidos,
saborear la felicidad sin
lamentos,
vivir en paz con uno mismo,
ver cumplidos algunos deseos,
no caer en un falso idealismo,
gozar de compartidos meneos,
soñar con los ojos abiertos,
creer en el amor verdadero,
o resistir a destinos inciertos.
Tener un abultado billetero
puede ayudar a conseguir aciertos,
pero la mayoría se logra sin
dinero.
LA BALANZA DESEQUILIBRADA.
Toda la vida han existido ilusos,
creyentes en la igualdad de la
justicia,
en medio de pensamientos confusos
esa posibilidad siempre será
ficticia,
sin embargo, resulta un bonito
sueño,
la idea de ser todos iguales
ante una ley que no tenga dueño,
bajo unos parámetros universales.
Pero el dinero ejerce su
influencia
a la hora de entrar en el juzgado,
pagando la venda de la inocencia.
La hipocresía también hace de
jurado,
nadie quiere idéntica sentencia
cuando uno mismo es el acusado.
PRESUNTOS CULPABLES.
Los prejuicios a veces son necesarios,
aunque puedan incurrir en errores,
hay personajes que parecen
temerarios,
y terminan siendo mucho peores,
por eso tomar algunas precauciones
no resulta del todo descabellado,
pero sin llegar a realizar acusaciones
antes que alguien cometa un pecado.
Pocos se libran del juicio preventivo
cuando tratan con otros semejantes,
a la espera del veredicto definitivo.
Casi todos somos serios aspirantes
a buscar en los demás hechos delictivos,
y dictar sobre ellos sentencias tajantes.
