LA CULPA SIEMPRE ES DE OTRO
Todos necesitamos tener enemigos
para culparles de nuestras adversidades,
con la imposición de duros castigos,
se alivian las propias incapacidades;
porque es más fácil crear una fiera
responsable de todos los horrores,
los problemas siempre vienen de fuera
cuando no se quieren reconocer errores.
Nadie espera ser protagonista
a la hora de asumir una derrota,
aunque a veces sea surrealista
acusar de ella al más idiota.
Es curiosa la falsa unidad
en la búsqueda de enemigos comunes,
incluso rivales de una sociedad,
se unen para quedar impunes,
al criminalizar a terceros
de los delitos cometidos,
manejamos distintos raseros,
en hipócritas quedamos convertidos;
una cuestión que no causa pudor
mientras otros paguen la pena,
si esto no produce ningún rubor,
la humanidad ya tiene condena.
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