SUERTE MAESTRO
Era un hombre de única mirada,
pues solo le funcionaba un ojo,
tuerto por culpa de una cornada
que además le dejo un poco cojo.
Los toros le forjarían la vida
la suerte no estuvo de su parte,
corneado en la primera corrida,
la desgracia con nadie comparte;
aunque casado en feliz matrimonio
también aquí, le cazaron los cuernos,
a punto de ingresar en un manicomio,
abandonado en los mismos infiernos;
casi curado del mal de amores,
sin esperarlo sufrió un atropello,
que además de terribles dolores,
como secuela perdió todo el vello.
Decidido a cambiar su historia
se le ocurrió atracar un banco,
de un mal golpe perdió la memoria,
y de un disparo le quedaron manco;
ahora en la cárcel, más vivo que muerto,
sonríe sin tener la mente cuerda,
ser cojo, manco, cornudo, calvo y tuerto,
no importa si su vida ya no recuerda.
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