ARRASTRADO POR LA CORRIENTE
Atrás quedaron los juveniles sueños
atrapados por una vida de monotonía,
fueron vanos sus intensos empeños
para no perder una feliz armonía.
Con el tiempo se volvió conformista,
al caer en las redes de la rutina,
cambio su pensamiento más optimista
por un trabajo fijo en la oficina.
A la cárcel mando al revolucionario
a cumplir la condena del olvido,
creyó que era un paso necesario
si ni quería abonarse al despido.
Los años le van cambiando de lugar
mientras le arrastra la corriente,
ya no piensa a dónde quiere llegar,
ahora camina detrás de la gente.
A veces se siente un poco engañado
por intentar hacer lo correcto,
el futuro que de joven había soñado
cada día se aleja de su trayecto.
Sin perder del todo la esperanza
porque nunca es demasiado tarde,
solo necesita ganar confianza
y olvidarse de su lado más cobarde.
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