LA CURA DEL TIEMPO.
Es difícil, con una herida abierta,
perdonar a quien la ha provocado,
el dolor mantiene la ira despierta
sin permitir que el acto sea olvidado.
El tiempo ira cerrando la brecha,
y aunque siempre queda una cicatriz,
no es bueno recordar una fecha
por culpa de un negativo matiz.
Una vez se haya superado el enojo,
lo mejor es mostrarse clemente
renunciando a aplicar el ojo por ojo.
La venganza suele ser atrayente,
pero la sangre lo tiñe todo de rojo,
y no distingue al cuerdo del demente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario