TRABAJANDO HASTA EL FINAL
Algunos sectores profesionales
obtienen mayor reconocimiento,
cuando por motivos laborales
terminan con el fallecimiento;
como el soldado caído en combate,
el policía, por un criminal tiroteado,
un bombero quemado en un rescate,
o el matador de toros corneado.
Sin embargo en otros oficios
la mortalidad sale más barata,
sus muertes no reportan beneficios,
mucho menos si la empresa es pirata;
como el albañil caído del andamiaje,
el camarero, por un cliente apuñalado,
un conductor abrasado en pleno viaje,
o el operario en una maquina atrapado.
Mientras unos reciben medallas
y son enterrados con honores,
fuera de todas las pantallas
pierden la vida muchos trabajadores.
Si todos cumplían sus funciones
con la misma valentía y honestidad,
lo lógico es tratar las defunciones,
igualando los actos de heroicidad.
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