EL PORCENTAJE HUMANO
Los números de las estadísticas,
cuando representan seres humanos,
no muestran las partes místicas
de los sentimientos cotidianos,
olvidan en sus fríos porcentajes
hechos que condicionan el resultado,
por esa razón muchas han fracasado,
al ignorar el poder de los personajes.
Aunque todo lo intentan contabilizar
el valor de los deseos y la ilusión
resulta imposible de cuantificar,
Empeñados en lograr una conclusión
algunos datos se llegan a exagerar
creando un estado de confusión.
El cincuenta por ciento del dolor
no significa la mitad del sufrimiento,
ni con el máximo común divisor
se halla la fórmula del lamento.
Tampoco el amor entiende de cálculos
al ser matemáticamente ilógico,
su producto es a veces paradójico,
sobre todo, si le suman obstáculos.
Conocer la reacción de las neuronas
ante cualquier situación de estrés,
es como intentar domar amazonas.
Aplicando esta simple regla de tres,
el control numérico de las personas
solamente puede terminar al revés.
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