EL AMANECER DEL DIVORCIADO
A punto de cumplir cincuenta años,
la firma de un disputado divorcio
le obliga a hacer balance de daños
cerrando el ciclo de un mal negocio;
al final lo que parecía el paraíso
acabo en infierno sin darse cuenta,
rotos los pilares del compromiso,
desnudo se quedo ante la tormenta.
Enfrentándose a la primera aventura,
buscar un piso barato de alquiler,
es como querer encontrar un alfiler
dentro de una habitación oscura,
mas difícil es llegar a fin de mes
con la decima parte del patrimonio,
económicamente sufrió un gran revés
después de media vida de matrimonio;
bien escaldado salió del reparto,
con más de la mitad de la hipoteca,
todas las deudas, que son de infarto,
y cuatro libros de la biblioteca.
Pocas cosas buenas bajo la piel,
los niños algunos fines de semana,
y la despreocupación por ser infiel
alternando la compañía en la cama.
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