SIN PRUEBAS NO HAY DELITO
Para bien o para mal la
justicia,
solo debe condenar hechos
probados,
sin tener en cuenta si son
noticia,
y mucho menos rumores
infundados,
pues de muy poco iba a
servir
la presunción de
inconciencia,
sí cualquier opinión
puede influir
en la resolución de la
sentencia.
Es bueno conocer el
testimonio
aportado por la víctima
del delito,
pero hasta el mismísimo
demonio,
tiene derecho a parecer
un angelito.
La falsedad se debería
desmontar
con pruebas y
declaraciones de testigos,
cuando nada se consigue
demostrar,
por el crimen nadie
recibirá castigos,
aunque existen juicios
paralelos
que carecen legalmente de
validez,
más cerca de juzgar
deseos y anhelos,
donde cualquiera ejerce
como juez.
El derecho a un juicio
justo
obliga a una imparcialidad
innegable.
aun siendo causa de algún
disgusto,
al salir inocente un seguro culpable.
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