MIENTRAS DURA
A vueltas siempre con el
tamaño
del órgano
reproductor masculino,
lo importante es que haga
el apaño
a lo hora de cumplir su
destino.
Los hay tan grandes que
asustan
aun sintiendo un verdadero
amor,
sus graves consecuencias
disgustan
la penetración
causa mucho dolor,
tampoco sirve para nada en
exceso
si no alcanza al final el
objetivo,
convertido en un triste
suceso
una desilusión con
calificativo,
es lo que se conoce como
gatillazo
sin importancia si es
esporádico,
salvo que estropea un
momentazo
no debe hacerse de esto
algo trágico,
lo malo es cuando pasa a
crónico
y se alcanza una total
impotencia,
a ningún hombre le
parece cómico,
algunos casos los cura la
ciencia.
Para todo esto el tamaño
no importa
también lo pueden
llegar a sufrir
aquellos que la tienen muy
corta,
la solución aun
esta por descubrir,
por eso si el mecanismo
funciona,
que nadie se preocupe
demasiado ,
cada vez que el aparato se
emociona
lo mejor es darle un fin
apasionado.
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