ALTERADO
CADA FIN DE SEMANA
Al
caer el viernes por la noche
una
vez acabada su jornada laboral
el
ahorrador se lanza al derroche,
y
el amable se vuelve antisocial.
Calzado
con las botas militares,
los
pelos hacia arriba desaliñados,
camisetas
con eslóganes singulares,
pantalones
vaqueros muy ajustados,
cazadora
de cuero y gafas oscuras,
como
accesorios diversa tornilleria,
cadenas
y candados pero sin ataduras
no
se debe hacer ninguna tontería.
Hasta
que la fiesta cambia de color
disfrutando
todo el fin de semana,
sin
escuchar al temible despertador
anunciando
el lunes por la mañana,
de
vuelta al color gris del traje,
en
el cuello la obligada corbata
bien
apretada para que no se relaje,
con
el olor de la colonia barata.
Los
cabellos con peinados formales,
los
zapatos limpios y brillantes,
demostrando
tener buenos modales,
ocultando
sus gustos extravagantes.
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